Desde que soy un niño, soñé con un día llegar a ser ingeniero. Desde que jugaba con los LEGO hasta que me convertí en un miembro del equipo de robótica de mi instituto, siempre he amado construir cosas para luego tirarlas abajo y así aprender cómo estas funcionaban. Dicho esto, he mantenido mi mente abierta a la posibilidad de hacerme con un puesto de gestión y, pensando desde esta perspectiva, ha sido importante para mí prepararme para una carrera tanto en ingeniería como en administración de empresas. Mi solución: un doble grado en el cual he completado las carreras de Economía y de Ingeniería Mecánica. 

Mezclando conceptos

En su momento, fui advertido de que Economía era la mejor opción para comenzar a entender las bases del mundo de la empresa. De hecho, fui capaz de aprender conceptos tanto en micro como en macroeconomía, así como de completar cursos más relacionados con programas de gestión y comercio. Una de las ventajas de estudiar Economía para un ingeniero es la conexión con las matemáticas. Los estudiantes de ingeniería completan un amplio rango de cursos tanto de matemáticas como de estadística durante sus estudios, por lo que, la mayoría (no todos) de los conceptos económicos cuantitativos son más fáciles de comprender cuando son presentados por primera vez.

Lo mejor de los dos mundos

Mientras que la superposición de material entre los dos programas demostró ser claramente beneficiosa para el volumen de trabajo, la diversidad resultó ser un gran reto, así como una gran recompensa. Por ejemplo, en mi año final de estudios, tuve que realizar un proyecto multidisciplinar aplicable a la realidad para mi grado en Ingeniería. Al mismo tiempo, también tuve que participar en discusiones en clase acerca de las diferentes tendencias económicas del momento. Este contraste me hizo pensar desde diferentes puntos de vista, aumentando mi capacidad para entender cómo los factores económicos y financieros deberían ser considerados en mis proyectos de ingeniería y viceversa.

Es en este punto concreto donde una preparación en los principales conceptos económicos resulta fundamental para un ingeniero, no sólo para adquirir una perspectiva administrativa, sino también para desarrollar una perspectiva de negocio: el conocimiento técnico es fundamental, pero la habilidad para poder considerar las tendencias actuales y futuras de los mercados es igual de importante a la hora de completar proyectos más complejos durante más largos periodos de tiempo. Por ejemplo, en mi campo actual de la Ingeniería Aeroespacial, las predicciones económicas para los siguientes 10, 25 y 50 años de los futuros avances tecnológicos es un requerimiento fundamental para cualquier compañía del sector.

En retrospectiva

Al mirar atrás, sólo puedo recomendar a cualquier estudiante de ingeniería que continúe sus estudios con un MBA o que simplemente aumente su conocimiento del mundo empresarial completando un programa de carácter económico. Aunque aún necesitaría un MBA y una cantidad importante de experiencia laboral antes de considerar cualquier puesto relativo a la gestión y/o administración, creo que al adquirir un sólido fondo económico he conseguido obtener un mejor entendimiento de la realidad y de los principales retos que se nos presentan, así como de la idea de que la parte financiera de cualquier proyecto es igual de importante que los requerimientos técnicos.